Johannes Vermeer (1632-1675) - Woman writing a letter with her maid, 1670-71
Lady Writing a Letter with her Maid is the first of the artist's experiments with centrifugal composition; where the focus is not only from the centre of the canvas. In addition, it is his third work in which the drama and dynamic is not centred on a single figure. The maid is shown standing in the mid-ground, behind her lady, with her hands crossed and waiting for the letter to be completed. The positions of their bodies indicate that the two women are disconnected. The folded arms of the maid seem outwardly as an attempt to display a sense of self-containment, however she is detached from her lady both emotionally and psychologically. The maid's gaze towards the half-visible window indicates an inner restlessness and boredom, as she waits impatiently for the messenger to carry her lady's letter away. Some art historians dispute the absoluteness of this view; according to Pascal Bonafoux, while complicity is not "indicated by a look or a smile" from either woman, the mere fact of her presence during such an intimate act as the composition of a love letter indicates at least a degree of intimacy between the two.
Lady Writing a Letter with her Maid es el primero de los experimentos del artista con la composición centrífuga; donde el foco no es solo desde el centro del lienzo. Además, es su tercer trabajo en el que el drama y la dinámica no se centran en una sola figura. La criada se muestra de pie en el medio del suelo, detrás de su dama, con las manos cruzadas y esperando que se complete la carta. Las posiciones de sus cuerpos indican que las dos mujeres están desconectadas. Los brazos cruzados de la criada parecen exteriormente como un intento de mostrar una sensación de autocontención, sin embargo, ella está separada de su dama, tanto emocional como psicológicamente. La mirada de la criada hacia la ventana medio visible indica una inquietud y aburrimiento interior, mientras espera con impaciencia a que el mensajero se lleve la carta de su dama. Algunos historiadores del arte discuten lo absoluto de este punto de vista; según Pascal Bonafoux, aunque la complicidad no está "indicada por una mirada o una sonrisa" de ninguna de las mujeres, el mero hecho de su presencia durante un acto tan íntimo como la composición de una carta de amor indica al menos un grado de intimidad entre las dos .
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